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La maja desnuda, por Isabel Ballestero.



     En el momento de realizar mis cuadros, me dejo llevar también por la inspiración, o algo que me inspire. Si digo esto es porque en el cuadro de: LA MAJA DESNUDA de la técnica: Pintar y Pegar, fue algo curioso. Me encontraba yo tendiendo la ropa en el desván, cuando de repente…

mis ojos quedaron clavados en una tabla de madera muy antigua, deteriorada por el paso de los años, con carcoma y llena de polvo, aún así me inspiró al instante y me dije: ahí voy a pintar LA MAJA DESNUDA en versión moderna; me volví, y ante mi asombro, pude darme cuenta que en unas cajas también viejas, tenía a mi disposición todos los utensilios necesarios para la confección de la obra. Es como si alguien me los  hubiese puesto a mi alcance, pero que yo no me había dado cuenta nunca hasta ese momento. Fue algo emocionante, así es que, dejé la ropa a un lado y me puse enseguida manos a la obra.   



     Lo mismo me ocurre con otros cuadros, por ejemplo, en los de las plumas; pues bien, en este caso, yo empecé a recoger plumas de colores llamativos. Sin saber porqué, sentía un gran atractivo y lo mejor de todo es que no sabía para qué las iba a emplear, pero yo, cada vez que veía una o varias, me agachaba y me las guardaba, hasta que al fin me vino la idea creativa de realizar una serie de cuadros, la mayor parte son de tipo espiritual, ya que al contemplarlos transmiten: serenidad y relajación. 

     La gente me pregunta qué es lo que recojo, y yo les cuento la verdad, y me contestan: qué artista eres. Además, ahora que lo saben, los que tienen palomas para concursar, me las guardan en bolsas y me las dan. Gracias a su colaboración, puedo permitirme el lujo de ofrecer una extensa gama de colores.