En el momento de
realizar mis cuadros, me dejo llevar también por la inspiración, o algo que me
inspire. Si digo esto es porque en el cuadro de: LA MAJA DESNUDA de la técnica: Pintar y Pegar, fue algo curioso. Me
encontraba yo tendiendo la ropa en el desván, cuando de repente…
mis ojos quedaron clavados en una tabla de madera muy
antigua, deteriorada por el paso de los años, con carcoma y llena de polvo, aún
así me inspiró al instante y me dije: ahí voy a pintar LA MAJA DESNUDA en
versión moderna; me volví, y ante mi asombro, pude darme cuenta que en unas
cajas también viejas, tenía a mi disposición todos los utensilios necesarios
para la confección de la obra. Es como si alguien me los hubiese puesto a mi alcance, pero que yo no me
había dado cuenta nunca hasta ese momento. Fue algo emocionante, así es que,
dejé la ropa a un lado y me puse enseguida manos a la obra.
Lo mismo me
ocurre con otros cuadros, por ejemplo, en los de las plumas; pues bien, en este
caso, yo empecé a recoger plumas de colores llamativos. Sin saber porqué,
sentía un gran atractivo y lo mejor de todo es que no sabía para qué las iba a
emplear, pero yo, cada vez que veía una o varias, me agachaba y me las
guardaba, hasta que al fin me vino la idea creativa de realizar una serie de
cuadros, la mayor parte son de tipo espiritual, ya que al contemplarlos
transmiten: serenidad y relajación.
La gente me
pregunta qué es lo que recojo, y yo les cuento la verdad, y me contestan: qué
artista eres. Además, ahora que lo saben, los que tienen palomas para
concursar, me las guardan en bolsas y me las dan. Gracias a su colaboración,
puedo permitirme el lujo de ofrecer una extensa gama de colores.