Un famoso escritor asegura que los gatos también son una
fuente de inspiración, además de que nos pueden aliviar nuestro estado anímico,
pues con tan sólo acariciarlos, mejora nuestra tensión arterial, porque nos
transmiten serenidad, con lo cual, nos relajan.
Existen técnicas de relajación,
como: Musicoterapia, Aromaterapia, Risoterapia y Gatoterapia. Esta última,
menos conocida, pero eficaz. En el antiguo Egipto, la figura del gato era
bastante relevante. Desde siempre, yo he tenido gatos en mi casa porque me
gustan mucho, los veo tan tiernos, tan limpios, pues ellos mismos se limpian, o
se lavan entre ellos. Entienden lo que se les dice, incluso haciéndoles señas.
Hacen mucha compañía. Si me pongo a escribir, están conmigo y, cuando pinto
también. Soy de las que piensa que es cierto que son una fuente de inspiración
tanto para artistas como para escritores, quizás sea por la gran sensibilidad
que poseemos algunos humanos.
Otra cosa que me
hace feliz es ir en bicicleta y también me sirve para relajarme al propio
tiempo que disfruto del paisaje. Voy por el carril Bici al pueblo de al lado
que está a 2 Km. para visitar a mi hermana. Allí le riego las plantas porque es
otra de mis debilidades, pues al contemplarlas, me llenan de alegría, sobre
todo cuando observo que van creciendo, si hay nuevas flores, la variedad de
color, su aroma... En fin, su conjunto es todo un poema de vida y color.
Por las tardes,
me reúno con un grupo de gente en una montaña pequeña que está a las afueras
del pueblo y allí les cuento chistes o les leo algo gracioso. Cuando voy, ya me
están esperando para que les siga contando algún chiste gracioso y ellos se
ríen de lo lindo. Verles reir me llena de satisfacción, sobre todo si hay
alguna persona delicada de salud, entonces, mi plenitud es completa.