Con fecha 27 de
diciembre de 1994, un periódico de Valencia escribió un artículo sobre dos de
mis obras pictóricas, las cuales llevan por título “ALEGRÍA DE VIVIR” y “TERNURA”,
de distinto formato.
En ese mismo
periódico, tiempo atrás, un periodista captaba la imagen y reflejaba a los
miembros de una familia gitana malviviendo en un solar cerca de la playa.
Cuando ví esa
imagen, me sensibilicé bastante y quedé impactada. Me decía a mí misma, cómo
puede ser posible que no teniendo nada, transmitan lo único que nadie les puede
quitar, su alegría. Así es que aquello me inspiró a plasmarlo en mis dos obras,
pero antes, llamé al periódico y hablé con el periodista para ver si yo podía
reproducir su fotografía convirtiéndola en obras de arte, pues necesitaba su
consentimiento, el cual después de haberme escuchado, no sólo me dio su
permiso, sino que además me pidió mi dirección, pues quería verlos. Cuando
llegó a mi casa y los vió, le gustó tanto, que me invitó a colocarme en medio
de mis obras de arte, para hacerme una fotografía y volverlas a publicar, pero
esta vez me incluía a mí como autora de las mismas, pues están realizadas con
la técnica del pan de oro.
“ALEGRÍA DE
VIVIR”, es el más grande; sus dimensiones son de: 48x40 cm., y lo componen
cinco de sus miembros, que, como ya he dicho antes, transmiten alegría, de ahí
nace su título.
“TERNURA”, su
formato es más pequeño, de dimensiones: 30x25 cm. Una madre le está dando de comer
a su bebé, mientras tanto, la hija pequeña rodea con su brazo el cuello de su
madre.