Con qué
ilusión y alegría esperan los niños la llegada de SS MM los Reyes Magos. Unas
veces vienen en helicóptero, otras, en barco o, a caballo, pero lo más
tradicional es verlos montados sobre camellos.
Cuántos
regalos traen para todos, y digo todos, porque es ahí precisamente donde
empieza a sentirse la magia, porque no hay ningún niño que se quede sin
juguetes, y así debe ser.
La inmensa
mayoría ha escrito su carta pidiéndoles infinidad de cosas, aunque hay veces
que se cumplen, y otras no, pero el caso es verles ilusionados, con esas
caritas de asombro…
Aunque ya
han transcurrido muchos años, todavía me acuerdo de mis regalos de Reyes. Por
aquel entonces, mis padres, mis hermanos y yo, vivíamos en un pueblo de la
provincia de Lérida ya que mi padre era el maestro.
Como era un
pueblo tan pequeño sólo tenía una amiga, y nuestros padres nos advertían que
esa noche teníamos que acostarnos pronto, pero antes teníamos que sacar al
balcón la paja y el agua para los camellos. Entonces no había televisión, con
lo cual, nos los teníamos que imaginar.
Al día
siguiente, lo primero que yo hacía era ir directamente al balcón para ver si se
habían comido la paja y bebido el agua, y al ver que no era así, mis padres me decían
que lo más probable es que ya habían comido y bebido en otro lugar, pero el
agua ya se había convertido en un bloque de hielo.
Después me
señalaban dónde estaba mi regalo, que era una muñeca rellena de serrín. Otras
veces me traían una cocina pequeña con platitos y cubiertos de plástico. Y a
medida que fui creciendo, sólo eran unos lazos para las trenzas. Pues nada de
lo que había pedido en mi carta, se había cumplido, a pesar de todo, conservaba
mi ilusión…
Años más
tarde comprendí porqué habían sido esos regalos de Reyes tan sencillos para mí.
Me di cuenta que mi familia era muy humilde, y yo aún tenía regalos, pero mis
hermanos mayores que yo, se quedaban contentos al verme feliz, aunque no
hubiera nada para ellos.
Hoy por hoy,
sigo creyendo en la magia de esa noche tan especial, y pido a los Reyes, entre
otras cosas, que mi sueño se cumpla, y ahí vosotros tenéis mucho que ver, ya
que mi ilusión mayor es que llegue a vuestras casas mi última novela publicada
recientemente: una noche loca de verano.
Si la
queréis en papel, la dirección es la siguiente:
Quien
prefiera el libro electrónico de mi novela: una noche loca de verano, lo podrá
encontrar en:
Gracias y ¡felices Reyes!