Cuanta verdad encierra este refrán, lo podemos comprobar por nosotros mismos; unos días hace
frío, y, otros, en cambio, luce un sol que abrasa. Viene a ser algo así como la
propia vida, unas veces estamos tristes, ya bien sea por nosotros mismos, por
nuestra familia, o por nuestros amigos. Sin embargo, hay días en los cuales lo
pasamos fenomenal, y nos sentimos felices.
A pesar de las dificultades, hay que intentar superar
todos los obstáculos e intentar ser felices, porque la alegría alarga la vida.
Cuando vemos los telediarios, nos enteramos de noticias
escalofriantes, algunas son tan fuertes que casi nos corta la digestión, porque
siempre nos las presentan a la hora de las comidas. Está bien que nos informen sobre lo que ocurre en el
mundo, pero yo pienso que también habrán otros temas interesantes donde no
tengamos que sufrir tanto.
Luego, en el tiempo de entretenimiento, nos podrían poner
películas donde podamos llorar, sufrir, pero sobre todo, reír, pues lo necesitamos
y mucho. Yo echo en falta aquellas películas que nos hacían llorar, pero de la
risa. Asimismo a los artistas del humor contando chistes. Desde aquí pido a
quien corresponda que tome buena nota, porque la risa también alarga la vida. Mira por donde me viene a la mente un chiste que contó un
compañero mío de trabajo hace años, y es el siguiente:
Una viejecita que está muy sorda, pero es muy cotilla,
sale a la calle y ve a un grupo de gente
congregada, se encuentra a un joven y le pregunta:
-Oiga, ¿qué
pasa?
-¡Una
riña!
-¿Una
niña?
-¡Nooo,
una disputaaa! –contesta gritando el
joven.
Con
lo cual, la anciana responde:
-Ah,
pues ya no es tan niña… ji,ji,ji,ji.
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