Como ya he
comentado otras veces, tanto una cosa como la otra, me hacen sentir un gran
placer. Últimamente os he hablado de mi novela: Una noche loca de verano, que
aquéllos que la han leído, ya me están pidiendo que escriba otra. Eso es para
mí una gran satisfacción.
Ahora me
apetece hablaros sobre mis cuadros. Como ya os he dicho en artículos
anteriores, hay una gran variedad de técnicas dentro de lo que se llama: Dorado
y Policromado. En casi todas ellas, se emplea el pan de oro y el pan de plata.
Las técnicas
son las siguientes: Bruñido, estucado, picado, relieve sobre tabla y relieve
sobre cristal.
Para
conseguir el cuadro con el acabado de bruñido hay que preparar la tabla de la
siguiente manera:
-Se mezcla
la cola de conejo con el alabastro, luego se le da una pasada con un pincel
grueso y se deja secar, cuando ya ha secado, a continuación se lija, luego
repetimos de nuevo lo anteriormente dicho, y volvemos a lijar hasta que quede
completamente lisa la tabla, que ya queda preparada para pintar.
Pasamos el
dibujo que hayamos escogido, y se pinta con acuarelas. Al término del mismo,
pasaremos un retal de tela untando el dibujo con jabón seco. Finalmente
pasaremos con mucho cuidado una piedra de ágata para darle brillo.
Posteriormente, pasaremos otro trapo untado con cera incolora. Pasados 15
minutos, lo frotaremos con una gamuza para que el brillo sea duradero y no se
estropee.
Para que
veáis el resultado, os muestro una copia en
fotografía que lleva por título: Nacimiento románico, cuyo original es
del siglo XII.
Además de la
técnica del bruñido, se combina con el pan de oro que se adorna haciendo
dibujos con un cincel. El cincel es de metal y se marca en el oro a través de
un golpe de martillo en seco.
Ahora ya conocéis
cómo se prepara y ejecuta la técnica de Bruñido. Espero que os guste.
Foto: Cuadro
Nacimiento Románico