De todas las
técnicas correspondientes al Dorado y Policromado, la menos complicada es ésta
precisamente, aunque también hay que decir, que se requiere una gran dosis de
paciencia para llevarla a cabo, al igual que las demás.
En esta
ocasión, vamos a prescindir de la preparación de la tabla, pasando directamente
a plasmar el dibujo que queramos pintar con esta técnica. Pero hemos de tener
en cuenta que va a ser una pintura con tinta plana, es decir, no admite ser
difuminada.
La pintura
es al óleo y se mezcla bien con arena fina. En este caso, no utilizaremos la
técnica del pincel, porque se trata de un trabajo con espátula. La espátula ha
de ser muy pequeña.
Una vez
tengamos el color preparado, descargaremos la pintura con la arena sobre el
dibujo e inmediatamente daremos pequeños movimientos hacia arriba hasta que
quede puntiagudo. Así será en todo momento, cambiando cada vez el color según
las necesidades del trabajo. Al finalizar la obra, se deja secar.
Cuando ya
está seco, la pintura endurece, con lo cual, habremos conseguido un cuadro con
la técnica del estucado. Tengo que
decir que, entre color y color, va pintada de negro una línea que es la que
separa los distintos colores.
También
añado una fotografía de uno de mis cuadros para que lo entendáis mejor.
Con esta
explicación tan sencilla, os animo a que pintéis vuestros propios cuadros. Vais
a comprobar el gozo que da ser creativo al poder confeccionar vuestras obras,
os llenaréis de satisfacción y no encontraréis tiempo para el aburrimiento.
Yo pienso
que se puede compaginar perfectamente la tecnología con el arte, la música, la
literatura, el deporte, llegar incluso a ser contemplativo de nuestra propia naturaleza, amando a los
animales y transmitiendo al resto de los humanos nuestra alegría…
Foto: Cuadro
el bosque en Otoño. Maria Isabel Ballestero